domingo, 20 de noviembre de 2011

Deseo de amar cap.2

-Mi tío Juan es un entendido de las flores, conoce todos los significados de ellas y el momento adecuado cuando se deben regalar.

A Ana se le ocurrió una pequeña idea.

-E..esto señor Juan, ¿le puedo hacer una pregunta?

Susi escuchaba intrigada.

-¿Se puede saber que tramas Ana?
-Shhh, calla, ¡Luego te cuento cotilla!
-Jum. Susi indignada se calló y se limito a escuchar.

-¡Vamos Ana no me trates de señor que me hace parecer mas viejo!. Y por supuesto puedes preguntarme lo que quieras.
-¿Qué flor se le debe regalar a alguien cuando quieres demostrarle tus sentimientos?, He oido que una rosa es lo mejor para estos casos.
-Si, sin duda. La rosa es la mejor para estos casos aunque no podemos regalar cualquier rosa a cualquier persona.
-¿Porqué no?

Al mismo tiempo que Ana preguntaba Susi cada vez entendía menos.

¿Que pretenderá hacer Ana con una rosa? Quizás se halla enamorado de alguien... Penso Susi sospechosa.

Mientras tanto Juan, el tío de Susi estaba tan encantado de poder mostrar sus conocimientos sobre las flores a alguien, que no se percató de lo que hablaban Ana y Susi.

-Pues porque los diferentes colores de las rosas tienen un significado muy concreto y por ello debemos conocer cada uno, para regalar el adecuado. Una rosa que se regala a un hermano o buena amiga, no es la misma rosa que se le ofrece a una persona de la que se está enamorada.
 -¿Para qué motivo quieres regalar una rosa? El color es muy importante dependiendo mucho del motivo.
-Pues es... amor.

Ana se ruborizó, y Susi no se pudo contener sin preguntar.

-¿Amor? Uyuyuy, ¡va a resultar que la nueva se a enamorado!
-No tonta.
-¿Quién es el afortunado? Vamos, sueltalo.
-Que no, no me he enamorado y no me distraigas más que quiero escuchar a tu tío, luego te cuento.
-Las rosas rojas son el símbolo del amor y de la pasión. Son las únicas capaces de hacer aflorar el sentimiento de amor en toda su esplendor y despertar la pasión que llevamos dentro.
-Entonces las rosas rojas son ideales ¿no?.
-Eso es, esa flor es especial.
-Vale.

Ana se levantó de la mesa donde estaban hablando, y se quizo despedir.

-Muchisimas gracias señor Juan.
-Ana, por favor no me llames señor ni me trates de usted, ¡siendo la mejor amiga de mi sobrina favorita estamos en familia!

Susi sonrió.

-Adios tio Juan ¡gracias por invitarnos a tu restaurante!
-No tienes porque darmelas. ¡Por cierto, aún no me habeis dicho que os parece mi nuevo local!
-¡Oh, es verdad!, el restaurante esta estupendo aunque, yo le daria un toque mas alegre a esas paredes, quizas otro color le venga mejor.
-Mmm... Creo que tienes razón, mucho lujo pero... Es un poco triste.
-Gracias por vuestra visita y que os vaya bien, ¡Ana!, suerte con lo que quiera que sea.

Por fin salieron del restaurante.
Susi y Ana se despidieron en el mismo lugar donde quedaron.
Ana se encaminó hacia su casa, cuando llegó su casa estaba vacía, no había nadie.
Seguramente mamá y María habran salido de compras, y como siempre no la habían esperado.
Si hay algo que le encantaba hacer a Ana era ir de compras con su madre Vicky, los zapatos volvian loca a Ana.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Deseo de amar cap 1

Victoria, o Vicky como le gustaba que la llamaran era una mujer guapisima, de 37 años, morena, ojos verdes y un cuerpo muy bien cuidado.

A Vicky las relaciones se puede decir que no eran su fuerte, por su vida habían pasado muchos hombres, ella era cariñosa, dulce y se hacía querer pero por alguna razón siempre acababan dejandola, por lo que ella no decidia otra cosa que hacer las maletas y salir corriendo, cambiar de ciudad, mudarse de casa.


Pero ya estaba cansada de tanto cambio quería poder vivir una vida normal, sin más mudanzas ni cambios.

Vicky era pastelera, tarbajo que se le daba muy bien de hecho, siempre había soñado con tener su propia pasteleria y ser una pastelera de renombre.

Vicky había luchado mucho en la vida para poder sacar ella sola a sus dos hijas adelante, ellas eran Maria, de 8 años y Ana de 16.
Maria era una pequeña muy guapa y también muy inteligente, era una buenisima estudiante por lo que no tenía muchos problemas para adaptarse a los cambios de ciudad y de colegio que hacían.

Ana era muy guapa, morena al igual que su madre, pero esta tenia unos ojos marrones con un reflejo de color verde que dejaría sin palabras a cualquiera, pero lo que a Ana no le gustaba hacer era cambiar de amigos, de compañeros.


Apenas llevaban dos semanas en la nueva ciudad y esta vez parecía diferente, a todas les iba muy bien en esta ciudad.

Vicky había encontrado trabajo en una pasteleria muy famosa e incluso la habían ascendido, y los clientes aumentaban cada día.


<<Por fin las cosas comenzan a ir bien>> Pensó Vicky.

Maria también iba francamente bien en el colegio, había hecho amigos nuevos y el colegio al ver su nivel le propusieron competir en un campeonato de deletreo provincial.

Esta vez incluso a Ana le habían ido mejor las cosas había hecho dos excelentes amigos Susi y Jesús eran de su misma edad y Susi coincidía en su clase.
Susi era una amiga estupenda, de esas que hay pocas y en las que verdaderamente se puede confiar, era una chica no muy alta, morena y aunque tenia un buen cuerpo ella siempre estaba diciendo que estaba regordita.
Jesús en cambio era un chico bastante alto, moreno, de ojos marrones, deportista y era una de los chicos más populares de todo el instituto, es el tipico chico que no se muestra tal y como es hasta que no lo conoces bien, en el fondo era muy cariñoso, dulce y bastante tímido.

Maria estaba deseando llegar a su casa después del colegio, cuando llegó se fué directa a su hermana.


-¡Ana, Ana en el cole me van a presentar al campeonato de deletreo provincial!
 -¡No te hagas ilusiones aún! Seguramente no estemos aqui mucho mas tiempo antes de que a mama le dé por irse de nuevo.
-Jo, ¡Nunca puedo hacer nada!
 -Eso díselo a mama.


Maria se fue yorando a su cuarto.

Ring, Ring, suena el teléfono, Ana se apresura a cogerlo.

 
-¿Si? Digame.
-¡Ana!
-¡Ah! Susi.
-¿Que tal estás?
-Muy bien ¿Y tú que tal?
-¡Divina! jajaja
-Si, ya, como siempre.
-Oye, te he llamado para decirte que mi tio Juan ha abierto un restaurante nuevo en la ciudad y me ha invitado para que vaya a verlo, ¿te apetece venir conmigo y tomarnos algo?, invita mi tio por supuesto jajaja
-¡Pero que cara más dura tienes!
 -¡Envidia! jajaja
-Bueno, ¿Dónde quedamos?
-Donde siempre en media hora ¿Vale?
-Vale, allí nos vemos.
-Chao fea, jajaja
-Chao anda, besitos.


Ana colgó el teléfono.

El tio de Susi era un hombre alto, moreno, ojos marrones y muy atractivo. En la ciudad lo consideraban un hombre romantico, dulce, culto, realmente amable y respetuoso. Es decir es el sueño de cualquier mujer.


Ana y Susi quedaron en la puerta de uno de los edificios más altos de la ciudad, donde siempre quedaban desde que Ana llegó a la ciudad.


-Hola Susi.
-Ana, llegas tarde.
-Si, lo siento, me entretube en la ducha.
-Bueno, dejemonós de charla y vámonos ya.
-Vale, vale.


Ana y Susi se encaminarón hacia el restaurante.
Cuando llegarón, su tío las recibió con ilusión.


-¡Susi! ¡Estás guapísima!
-¡Tío Juan me vas a sacar los colores!
-¡Es la verdad! jajaja
-Mira tío, ella es Ana, es nueva en la ciudad y también es mi mejor amiga.


Ana saludó a Juan.